
Unos años atrás nos hablaban de un Dios que vigilaba...si hacíamos algo mal, nos castigaba. Le teníamos miedo y nos daba vergüenza confesarnos por temor a la penitencia.
Hoy creemos y tenemos la experiencia de un Dios
que es Padre, que abraza y que nunca se cansa de perdonarnos.
Los chicos de 3º dan testimonio de lo que
vivieron durante el Sacramento de la Reconciliación:
Sentí :
- "recién
nacida"
- "que
el mundo empezaba de cero"
- "más
aliviado"
- "me
saqué un peso de encima"
- "cuando
me puso las manos los pecados se fueron"
- "tenso"
- "muy
feliz"
- "bañando
el corazón de las cosas feas"
- "estaba
nerviosa, cuando salí quería volver a hacerlo."
- "un
poquito de vergüenza y mucha alegría"
- "al
salir sentí que encontraba otro camino"
- "cuando
me puso las manos sentí como que algo se levantaba arriba de mi
cabeza"
No hay comentarios:
Publicar un comentario